Nos gustaría comenzar este pequeño artículo advirtiendo que cada inversor deberá tener su propia estrategia de inversión, no dejándose llevar por rentabilidades pasadas, y teniendo en cuenta ciertos criterios de riesgo totalmente subjetivos para cada individuo.
Algunos de los puntos a los que el inversor deberá adecuar su estrategia de inversión son:
- Plazo de inversión
- Perfil de riesgo
- Objetivo de rentabilidad
- Necesidad futura del capital invertido
- Producto sobre el que desea operar
- Perfil de inversor
Si el inversor tiene esto claro, tendrá gran parte de su estrategia acotada.
Podríamos decir que existe una estrategia distinta para cada inversor, pero a continuación contaremos las bases de las estrategias más comunes que se dan en los mercados.
Estrategias de inversión más famosas:
La inversión Value (“Value Investing”)
Benjamin Graham y Warrent Buffet han sido los mayores exponentes de esta estrategia de inversión a largo plazo. Lo que busca la metodología es invertir en compañías que están infravaloradas desde un punto de vista fundamental.
Para llevar a cabo este análisis, es necesario analizar en profundidad las empresas, sus negocios y el sector, para poder hacer una valoración y compararla con los precios actuales a los que cotiza la compañía. Los principales ratios que se utilizan son:
- Precio/Valoración contable
- Ratio precio/beneficio a 12 meses (PER)
- Ratio de retorno sobre capital (ROCE)
- Ratio de deuda
Para más información sobre algunos de estos ratios quizas le pueda interesar nuestro artículo sobre Análisis Fundamental
Rentabilidad por dividendo
Quizás sea la metodología más antigua de la que hablaremos y en épocas de alzas generalizadas en los mercados la más olvidada, pero es de las estrategias más sencillas y con las actuales tasas de interés que estamos viendo en el mundo, la que puede hacer que obtengamos una buena remuneración por el dinero ahorrado.
Con las tasas de interés al 0% (en Europa y Estados Unidos) y los depósitos bancarios ofreciendo tasas cercanas a las oficiales, gana fuerza el intentar rentabilizar el dinero mediante este tipo de estrategia de acumulación de dividendos. Cabe destacar, que nada tienen que ver los riesgos de un depósito contra los de una inversión en renta variable, pero si el inversor es capaz de asumir mayor riesgo para obtener una mayor rentabilidad esta puede ser su metodología.
El principal objetivo de esta inversión es obtener un dividendo por parte de las compañías en las que se invierte, como pago por su inversión.
El ratio de rentabilidad por dividendo es el principal factor a tener en cuenta, no obstante, hacer un análisis exclusivo teniendo solo en cuenta este dato, no sería correcto, ya que lo que nos interesa como inversores de rentabilidad por dividendo, es poder cobrar ese dividendo a lo largo de los años, por lo que también deberemos tener en cuenta otros datos como ventas, payout, beneficios, etc. Un buen análisis en su conjunto no solo hará que cobremos el dividendo año tras año, sino que obtengamos rentabilidad en la revalorización del precio de la compañía.
Hay sectores que históricamente han ido encaminados a una alta remuneración para el accionista, como son las telecomunicaciones, energéticas, aseguradoras, pero siempre aconsejamos una diversificación adecuada de la cartera.
Leer nuestro artículo sobre Acciones de Altos dividendos
Leer nuestro artículo sobre el concepto de “Dividend Aristocrats”
Promediar el precio de compra
Las estrategias de inversión más inteligentes no son necesariamente las más complejas y sofisticadas. Por el contrario, muchas veces las estrategias más sencillas son las que mejores resultados generan en el tiempo. En este sentido, promediar el precio de compra es una estrategia de inversión simple y efectiva.
Básicamente, la estrategia implica comprar una cantidad fija de dinero en un activo en base a un esquema regular de tiempo, sin importar el precio de mercado en el momento.
Por ejemplo, comprar todos los meses o todos los trimestres un monto fijo de determinadas acciones o ETFs De esta forma, el inversor compra mayor cantidad de acciones cuando los precios son más bajos y viceversa.
La estrategia es muy habitual entre inversores de largo plazo que buscan una estrategia sensata y eficiente. Muchas veces, estos inversionistas suelen utilizar instrumentos como los ETFs para obtener diversificación a bajo costo, lo cual presenta la ventaja adicional de reducir considerablemente los riesgos de la inversión.
Leer nuestro artículo sobre Promediar el precio de compra
Cambiando de modalidad, explicaremos una de las estrategias cortoplacistas más seguidas.
Scalping
La técnica del scalping consiste en comprar y vender en muy poco tiempo. El scalper busca ganar unos pips al mercado.
El Scalping es habitual que se haga con derivados y con apalancamientos altos. El beneficio de la inversión es pequeño por cada entrada y salida, sobre todo si se compara con el posible riesgo asumido.
En este tipo de estrategias, las ganancias obtenidas son pequeñas por el pequeño movimiento del activo entre la entrada y la salida, por lo que el inversor de esta metodología utiliza un apalancamiento alto. Cuando se opera a muy corto plazo, se busca conseguir los movimientos más pequeños del mercado.
El mercado por defecto utilizado en la estrategia es el mercado de Forex, el mercado con más volumen, más volátil y que permite mayores apalancamientos.
Es obvio que, para realizar este tipo de estrategias, se ha de estar muy atento al mercado, no pudiendo dejar de mirar los precios en pantalla, ya que las operaciones se deben cerrar y abrir, muchas veces con diferenciales que ronden los 5 pips, el inversor necesita tener los mínimos spread posibles en los derivados utilizados.
Otro instrumento ampliamente utilizado son las opciones, por las que el comprador de la opción pagará una prima para tener un derecho futuro a Comprar o Vender el activo sobre el que está basada la opción. Con este tipo de instrumentos se pueden hacer diversidad no solo de estrategias, sino de cobertura de carteras ya formadas por otras estrategias
Las estrategias de compra de opciones Call o Put son ampliamente conocidas, pero en esta ocasión nos centraremos en los Spreads.
Spread con opciones
Bull Spread.
Con esta estrategia se busca ganar con la subida de la cotización del subyacente, pero sin esperar demasiada volatilidad, limitando con esta estrategia la posible pérdida, ya que parte de la prima pagada en la compra Call será financiada con la prima cobrada en la venta Call.
Para realizarla deberemos comprar una call y vender una call a un strike superior, de ese modo ganaremos siempre que el precio del subyacente a vencimiento sea mayor al strike de la opción comprada y estabilizándose a partir del strike de la opción vendida. Un ejemplo práctico:
Actualmente una compañía cotiza en los 11 dólares y pensamos que esta subirá hasta un determinado precio. Lo que deberemos hacer es:
- Comprar un call con strike 12 dólares por lo que pagaremos X
- Vender un call con strike 15 dólares (mismo vencimiento que el anterior) por lo que recibiremos Y
La inversión realizada y nuestra pérdida máxima es X-Y y ganaremos siempre que el precio de la compañía a precio de vencimiento se encuentre entre 12 y 15 dólares.
Leer nuestro artículo sobre los conceptos fundamentales de la inversión con Opciones
Como decíamos al inicio, estas son estrategias utilizadas a lo largo de los años, pero son solo ejemplos entre muchas otras estrategias posibles. Recuerda que es importante que cada inversor tenga su propia estrategia fundamentada en todas las variables del mercado y en sus propios objetivos de inversión.
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La mejor forma de comenzar es utilizar plataformas de simulación, con dinero virtual, para probar comprar o vender activos y de esta manera comenzar poco a poco a percibir cómo funciona el mercado y qué estrategias se adecuan más a tu perfil.
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